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Thursday, August 17, 2006

Otra alegría

Amigo Lijalad:

Tras la revisión del material enviado por usted,
el consejo editorial de la revista literaria
digital Letralia, Tierra de Letras, decidió
incluir su trabajo "El nuevo Aleph" en nuestra
edición 152. Esta edición aparecerá en fecha
6/11/2006 o, si el tiempo se nos hace
insuficiente, en el transcurso de esa semana.

Para solicitar cualquier información adicional o
comunicarse con nosotros, escríbanos a
info@letralia.com y le atenderemos tan pronto nos sea posible.

Salud,

Jorge Gómez Jiménez
http://jorgeletralia.blogsome.com
Editor de Letralia, Tierra de Letras . http://www.letralia.com

Saturday, August 12, 2006

Horóscopo Final

La contratación

—Por último, hacia finales del siglo XXI fue posible elaborar horóscopos infalibles. Miles de años de sabios conocimientos de astrología, sumados a los avances en las supercomputadoras y en la prospección radioscópica del Universo, permitieron aumentar exponencialmente la capacidad predictiva de los horóscopos. Pensar que Egipcios y Asirios sin telescopios, sin ábacos, con la simple observación de los cielos pusieron las bases para la predicción por horóscopos, permite comprender que con alta tecnología la Astrología iba a ser capaz de predecir con exactitud cualquier evento de su vida, incluyendo el día de su muerte, Señor Alvarez. — el vendedor ponderaba las virtudes del servicio de Holistic Astrologic Services INC con suma profesionalidad y entusiasmo. Sabía hacer su trabajo.
— Bien. Y cuanto cuesta el servicio. Tengo entendido que es... un tanto caro, ¿no?
— Señor, le mentiría si le digo lo contrario. Pero entienda que se trata del conocimiento más importante que un ser humano puede disponer: saber cuánto le queda de vida. Y que un trabajo personalizado lleva al menos seis meses de mediciones (llegamos a determinar la influencia específica que tiene sobre su vida cada estrella y cada planeta de cada Galaxia del Grupo Local) Por ejemplo, - le cuento el ultimo caso- para el Sr.XZ determinamos con exactitud que el planeta 23 de la estrella 1.345.678, de la galaxia M32 influyó en un 96% de la varianza en la determinación del 3 de mayo de 2102 como momento de realización del Evento AZ 12.456.987 de su vida: el día en que su perro le mordió la mano. O, por ejempo, supimos que contrajo un sarampión a los tres años – hecho que él había olvidado- gracias a haber descubierto la influencia del planeta 12, de la estrella 345.876 de Galaxia M31
Acá hay dos milagros: uno, la sutil vibración cósmica que permite que un lejano planeta determine el día en que nos morderá nuestro perro... y el otro, la increíble inteligencia humana que permitió desentrañar ese mecanismo misterioso de causas y efectos y anticipar así todos los eventos posibles de una vida –incluyendo su final-, con un margen de error del 0,02%... —Hizo un intencionado silencio y agregó con inusitada rapidez— Un millón de Asianos, Sr. Alvarez.
— Bien lo vale. Tome usted un adelanto —dijo el Sr. Alvarez mientras le extendía un cheque y sonreía con la mirada puesta en el futuro.

Entrega a domicilio

Alvarez recibió un e-mail encriptado exactamente seis meses después, el 15 de diciembre de 2102.
Pensó que el evento iba a ser más ceremonioso, con algo más de pompa. Enterarse de la llegada del Ángel de la Muerte merece un cierto decoro, una escenografía apropiada.
Desencriptó el mensaje y leyó:

“Estimado cliente. Ahora está usted en posesión de un conocimiento casi prohibido, un arcano que solo a pocos le es revelado. Confiamos en que sabrá usarlo responsablemente. Nuestra experiencia, con más de 1000 clientes, nos ha permitido elaborar el siguiente Manual de Enterados:

1- Sea cual sea el tiempo de vida que le reste, no desespere. Nada podrá modificarlo. Eso le debe quedar muy claro. No hay modo de postergar su hora final. Su presente ya esta determinado por su futuro.

2-No intente suicidarse. Como ya le comentamos, su hora es inmodificable. Si su fecha es demasiado cercana utilice el tiempo que le queda en arreglar sus cosas (papeles, deudas, testamento)y despedirse en paz del este mundo. Y si no, disfrute de lo que le queda. Le ofrecemos los servicios de nuestra Agencia “Aprovechando nuestro Tiempo Final”, especializada en organizar viajes, estadías, visitas guiadas y actividades de esparcimiento.

3- Hay cosas que aun desconocemos. Lo único que nos queda claro es que nada de lo que haga puede modificar su destino. ¿Incluye eso cada una de las innumerables decisiones que tome de aqui a la eternidad?: no lo sabemos con certeza. Por eso llevamos registro de cada uno de los Diarios de Vida de nuestros clientes a fin de conocer si es posible y hasta que punto alterar el futuro desde el presente. La participación en este programa de Diarios es voluntaria.

4- Consulte nuestra cartilla de asesores psicológicos, rabinos, curas confesores o imanes -según sus ideas religiosas- Ellos sabrán guiarlo

5- Participe de nuestros Grupos de Enterados, a fin de compartir experiencias y aprender a lidiar con esa información. Hay un foro en nuestro site (www.horafinalenpaz.Com) destinado a facilitar esos contactos
Si lo prefiere, consulte a la Señorita Eulogia sobre los mejores horarios de acceso.

Mucha Suerte en lo que le queda de viaje!
Para su información, le quedan


3.456 días con 23hs.05 minutos




Fracasos


Sonrió aliviado: le quedaba tiempo de sobra para robar el Central Bank de Toronto, viajar a Cuba a gozar del trópico aun socialista (una curiosidad del siglo XX, que atraía turismo por decenas de millones para observar un pais- museo que conservaba las viejas glorias de ese siglo tan politizado), y planear más golpes: se sabía inmune a las balas hasta que llegara su hora, en una década. No se creía el verso del manual del usuario que los estúpidos habían redactado: era evidente que vendían una información muy poderosa, pero trataban de que no te enteres de tu nuevo poder. Te transformaban en un estúpido terminal que solicita una agencia de entretenimientos. Toda basura, para millonarios aterrados con la muerte.
Pero él estaba seguro que nada aceleraría su lejana muerte, que era inmune a enfermedades, accidentes y balas. Y sabría aprovechar ese poder.

Lo primero que hizo fue dirigirse a la oficina de Holistic Astrologic Services INC a recuperar su millón de Asians, violando su caja fuerte. Como los guardias de seguridad no podrían matarlo, el lo haría primero que ellos. Entró a los tiros pero algo falló: los guardias recibían sus balas con una sonrisa – casi como si hubieran adivinando sus intenciones- felices de ejercer su poder: se sabían longevos, con fecha de vencimiento recién para cerca de 2165. Acribillaron a Alvarez.. Tantos tiros no hicieron mella en él pero le impidieron obtener acceso a la caja.
Debería pensar con más calma y astucia sus próximos pasos. Por lo pronto tenía que devolver ese millón de Asians a Don Coleoni, el turbio prestamista de su barrio. ¿Y me pueden ustedes decir de donde saco ese millón? preguntó retóricamente mientras huía.
Insistió en su método elemental, esta vez con el Central Bank of Toronto: recibió la misma medicina a cargo de eficientes guardias -sonrientes como demonios-.
Imaginó o supo que TODOS los guardias de seguridad de la ciudad gozaban de la misma inmunidad: serían longevos asegurados por el horóscopo, contratados por fortunas –básicamente para controlar a posibles asaltantes inmunes, incluyendo a ellos mismos -.
Sería altamente riesgoso seguir intentando esos asaltos. Era hora de pensar seriamente en otras formas de enriquecerse.


Epílogos

Se decidió a alquilar sus servicios como mercenario en las múltiples guerras facciosas que asolan las microregiones ibéricas. Allí aun pagan en el devaluado Euro, pero, por algo se empieza.
Participa en cuanta acción cuasisuicida uno se imagina: se inmola semanalmente en mercados, iglesias y mezquitas, a la salida de casamientos y bautismos; asesina a señores de la guerra en sus guaridas, acomete contra tropas de Naciones Unidas, contra la Policía y el Ejército de la UE.
Siempre con una sonrisa diabólica.
Pasa a cobrar sus miles de euros y, a pesar de que se le ofreció el mando supremo del Ejercito de Liberación Aragonés, enfrentado con la Armada Aragonesa de Liberación, y con el Frente Patriótico Pirenaico, él prefiere la libertad de ser el mercenario mejor pago de la península. Y como suele decir, “de política no entiendo nada.”
Le gusta una vez por semana bajar a Madrid, recorrer como cualquier turista el Madrid de los Austrias, tomar una caña en Plaza Mayor y soñar ligues con hermosas madrileñas.
Devolvió el millón que le debía a Coloni – fue el prestamista quién le había sugerido la idea de hacerse el Horóscopo Final, para poder recuperar lo prestado-.
Se dedicó después a acumular millón tras millón y tomó conciencia de que cada minuto era único e irrepetible.
Todas las noches, nos cuentan, se encierra a llorar la cercanía de su muerte.
Está arrepentido de ese saber. Pero no puede acelerar- ni retrasar- su hora.
Acaba de llamar a la Agencia “Aprovechando nuestro Tiempo Final”. Ya arregló con la Señorita Eulogia sobre planes diversos. Y pidió un cura.

Thursday, August 03, 2006

El viaje de Yashe

En la aldea donde nació mi abuelo Yashe, las cuarenta familias campesinas, el pope y las cuatro familias judías gozaban de una relativa alegría. Pero solo en los años buenos. Cuando el invierno apretaba bajo su helada tenaza las viejas casas de la aldea, haciendo que se congelara la saliva antes de tocar el piso, las cosas se ponían mal. Muy mal. El pope desempolvaba el texto de su homilía de Semana Santa, cuatro o cinco muchachones se declaraban dispuestos y se organizaba así un módico pogrom, destinado a aplacar las fuerzas diabólicas que enviaban esos fríos, manejadas por los representantes del Ante-Cristo en la aldea: las familias Levin, Jaimovici, Goldin y Elijavetzky. En ese trozo de la interminable estepa aquellos conspiradores trabajaban de consuno para hundir al campesino, pudrir las cosechas, infestar de mosquitos los veranos y de escarcha los inviernos.
Sin embargo, no convenía deshacerse para siempre de ellos. El sastre Moishe Levin hacía maravillas con los viejos taftanes; el boticario Goldin sabía mucho de hierbas y los otros eran buenos buhoneros, capaces de conseguir gracias a sus numerosos familiares y paisanos repartidos en toda la Gran Rusia, telas especiales para las novias, regalos exquisitos para las bodas y especias orientales exóticas para las grandes ocasiones.
En realidad no había que malquistarse ni con ellos ni con el Pope (al cual, según parece el Obispo le exigía de vez en cuando algunas “noticias”. A saber: “Hey, Boria, ¿hace cuanto que tus judíos engordan tranquilos? ¿No deberías hacer algo al respecto? Vamos no seas holgazán...”)
Así que nunca las cosas llegaban a mayores. Pero, a no dudar, a los judíos no le hacía gracia que cada cuatro o cinco años se desatara una pueblada en su contra, terminaran apaleados y, alguna vez, la sangre llegara al río.

Un invierno los vientos no dejaron de soplar del norte. Como nunca – ni los más viejos recordaban algo peor- la tierra parecía quejarse amargamente, gemir de dolor ante esa inclemencia. Las almas se cerraban, atenazadas, ahogadas en miedo y desesperanza.
En lo peor de ese frío, Aarón Elijavetzky llamó a su primogénito Jacob y le dijo que debería irse de la casa a buscar fortuna en la aldea vecina de Zviasta, donde vivía un primo.
- Eres el primero de mis ocho hijos. Tus hermanos son más pequeños y débiles que tú, Yashe. No tengo cómo alimentarlos. Tendrás que ir donde el primo Moishe, a ver si puedes trabajar con él en su venta de trapos.
Afuera, la nieve se congelaba apenas tocaba el suelo y el viento lastimaba todas las formas, que terminaban lisas y pulidas, amoldadas a esa fuerza incansable. Yashe tragó saliva, suspiró y se dispuso a partir con el carrero Isaiah.

Al anochecer llegó a casa de los primos y estos lo hicieron pasar. No era un buen momento. Estaban cenando en silencio, devorando sus viandas con devoción. Le rendían homenaje a la sagrada comida que los salvaba del frío y les daba ánimo para seguir en la vida.
- Ah, entra Yashe, ponte aquí, al lado del fuego para entrar en calor- le dijo Moishe-. Aaron me avisó que vendrías hoy.
Yashe no sabía si agradecerles el calor del hogar, que lo volvía a la vida o maldecirlos por no compartir la cena. Moría de hambre mientras olía los humos de la cocina (guefilte fish, imaginó) y su cuerpo agradecía ir descongelándose de a poco.
- Sabes Yashe- le dijo el primo Moishe- que somos muy pobres, que a duras penas podremos alimentarte y eso siempre y cuando nos ayudes a cargar trapos, a llevar pedidos a las casas de los campesinos, a hacer cuantos servicios puedas.
Al fin, alguien le dio un trozo de pan que devoró y así, vestido y sucio, durmió fuera de su casa por primera vez en doce años de vida. La garganta le dolía de llanto contenido.

***

Así, creo, comenzó su viaje por la vida el abuelo Yashe. Él no se quejó. Tomó todo lo bueno que la realidad le daba, aprendió todo lo que pudo y dirigió su vida. A los veinte años cruzó el mundo rumbo a la remota Buenos Aires, solo y sin un céntimo. Nunca le echó la culpa a los gobiernos, a los patrones o a su duro padre. Disfrutó de la vida.
Un único detalle impidió que su épica se transformara en gloria.
Le ganó al Zar, al hambre, las guerras, los mandatos familiares, al viejo antisemitismo rural, a la ignorancia, pero nunca pudo con Mañe, su mujer. Dura y seca como las estepas rusas, lo compañó con su queja hasta el último momento.